miércoles, 19 de enero de 2011

Que fácil es prometer, decir que las cosas siempre irán bien, que no hay porqué preocuparse o temer al darte la mano.  Te resultó muy fácil implicarte con un sentimiento, con fidelidad. Lo difícil es cumplir todo lo que en su día voló fácil de nuestra boca en forma de promesas… Se te dio demasiado bien desear, querer conseguirme, seducirme y lograrme al fin. Lo difícil me lo dejaste a mí, asumir un día que la ilusión se evaporó en el frasco de la derrota, y peor aún, aceptar que un día te marchaste sin decir adiós. Lo fácil, fue que conseguiste ocupar un espacio en mi pequeño corazón. Lo difícil es conseguir latir ahora que no estás.Fácil es soñar todas las noches...dejarnos llevar por los sueños más imposibles, aquellos que queríamos alcanzar...por tener lo que no sabemos conseguir con amor, por desear lo que por un derecho no nos corresponde. Lo difícil fue luchar por esos sueños, tocarlos, acariciarlos y hasta hacerlos nuestros... Fácil es herir a la persona que nos ama, que nos cuida y demasiado difícil curar las heridas que le provocamos, aún más evitarlas, e imposible remediarlas...Fácil es disfrutar de la vida cada día, apurando con ansiedad hasta la última gota. Difícil es darle el verdadero sentido y valor a todo lo hermoso de ella.

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